Ford está desarrollando nuevos componentes de espuma y plástico para automóviles fabricados con dióxido de carbono. Se espera que los nuevos biomateriales, que todavía se están probando, estén en los vehículos de producción de Ford en los próximos cinco años.
La espuma, hecha con hasta un 50 por ciento de polioles a base de CO2, se puede utilizar en aplicaciones de asientos y bajo el capó. Esto podría reducir el uso de petróleo en más de 600 millones de libras anuales, dice Ford.
Ford comenzó a trabajar con varias compañías, proveedores y universidades en 2013 para encontrar usos para el CO2 capturado. La fabricación de plástico representa casi el 4 por ciento del uso de petróleo en el mundo, según la Federación Británica de Plásticos. Ford dice que espera que este nuevo bioplástico ayude a alcanzar las metas a largo plazo para reducir el calentamiento global establecidas en el acuerdo sobre el clima de París.
El fabricante de automóviles utiliza otros materiales sostenibles en sus productos. En Norteamérica, la espuma de soja se encuentra en todos los vehículos Ford. Los forros traseros de fibra de coco; las llantas recicladas y la soya están en juntas de espejo; las camisetas recicladas y los vaqueros van a la alfombra; y las botellas de plástico recicladas se convierten en tela utilizada en la F-150 2016.