El reto de reciclar las lámparas LED
Las bombillas son vitales en nuestros hogares y negocios, y son fáciles de reemplazar y bastante baratas de comprar. Pero las bombillas están cambiando. En los últimos años, su diseño ha cambiado de las simples bombillas incandescentes (ahora prohibidas en la UE por ser tan ineficientes) a las bombillas de bajo consumo y las bombillas LED que duran más tiempo.
Con las bombillas LED viene el desafío de reciclar las materias primas que entran en la fabricación de estas bombillas, como los metales raros galio e indio. Actualmente se está trabajando en la identificación de soluciones.
Los niveles de residuos de lámparas LED son actualmente bajos
Las lámparas LED son todavía relativamente nuevas y duran más tiempo, por lo que son pocas las que han llegado al flujo de residuos. De más de 6000 toneladas de lámparas que fueron recogidas y recicladas en todo el Reino Unido en 2016, sólo el 1% eran lámparas LED.
¿Qué pasa ahora con las lámparas LED de desecho?
La Agencia de Diseño, que ayuda a las organizaciones a desarrollar mejores productos y mejores formas de hacer las cosas, está estudiando la forma de rediseñar la bombilla LED y otras tecnologías de iluminación para reducir la dependencia de materias primas poco comunes y facilitar su reciclaje.
Dicen que el desafío es que estas bombillas son tan pequeñas que la gente tiende a tirarlas. Un artículo pequeño no justifica un viaje a un punto de reciclaje de electrónica o un vertedero para muchas personas. Añadieron que esperan crear un sistema de circuito cerrado que tenga en cuenta el comportamiento de los consumidores.
¿Qué planea hacer la agencia?
Quieren alejarse del actual sistema de reciclaje de electrónica, que está lleno de contaminación, porque los productos contienen muchas materias primas diferentes. Muchos consumidores y empresas no pueden distinguir entre lámparas y bombillas LED y fluorescentes, por lo que las eliminan juntas. Cuando llegan a las plantas de reciclaje, los materiales se separan.
El reto de reciclar los LEDs
Los fabricantes de lámparas LED utilizan muchos materiales y diseños diferentes para hacer que los productos sean más flexibles y adaptables para el consumidor, aunque esto es exactamente lo que plantea un problema para los recicladores. Los materiales presentes en las lámparas LED pueden incluir vidrio, metales, plásticos, cerámica, espumas, pegamentos y más, lo que significa que son inherentemente más difíciles de reciclar.
Posibles soluciones
La agencia está estudiando la posibilidad de desarrollar un producto con un procedimiento de recuperación establecido, por lo que regresa directamente al fabricante. En la actualidad, las empresas no están motivadas para hacer que sus productos sean más fáciles de reciclar, ya que no obtienen ningún beneficio directo. Los detalles finales aún están por resolver, pero una idea que se está considerando es crear una bombilla que esté conectada a una red Wi-Fi, para que pueda decir a un proveedor que una bombilla está a punto de fallar, y que pueda enviar un reemplazo y recoger la bombilla vieja. Esto hará que sean mucho más fáciles de reciclar.
La noción detrás de esta idea no es nueva. Philips fabrica una bombilla conectada que te permite controlar la iluminación desde tu teléfono o tableta, y otras compañías tienen planes de devolución de productos electrónicos y otros artículos, pero hasta ahora, ningún sistema combina las dos ideas.
Otra posible solución es un sistema en el que, en lugar de comprar bombillas, los clientes pagan una cuota mensual o anual que les da derecho a un cierto número de bombillas, recambios gratuitos, datos de uso y un servicio de recogida.
La agencia está produciendo un estudio de viabilidad, que decidirá si el rediseño de las bombillas LED y el nuevo modelo de servicio podría funcionar. Si deciden que es factible, empezarán a trabajar con los fabricantes y a conseguir más fondos para seguir desarrollando sus ideas.